South County

El Centro de Bienestar Mental Ofrece Apoyo Después de Desastres a los Residentes del Condado de Santa Bárbara

POR QUINISHA JACKSON-WRIGHTREAD IN ENGLISH

El equipo de California HOPE 805.

Después del Incendio Thomas y el Deslave de 1/9, los residentes enfrentaron muchos desafíos, incluidos fueron los impactos físicos, mentales y emocionales de pasar por una serie de eventos tan catastróficos. Surgieron dos esfuerzos de colaboración para abordar el trauma y las necesidades de salud mental de nuestras comunidades.

En el corazón de Montecito, varias organizaciones trabajaron juntas para abrir el Centro de Preparación, Recuperación y Reconstrucción de Montecito. El centro integral se convirtió en un centro de recursos útiles para los residentes. Este esfuerzo incluyó a California HOPE 805, un equipo de profesionales capacitados creado para brindar apoyo emocional a quienes lo necesitaban.

“Nos dimos cuenta rápidamente de que nadie era inmune al trauma de lo que había experimentado nuestra comunidad,” recordó Annmarie Cameron, Directora Ejecutiva del Centro de Bienestar Mental (MWC, por sus siglas en inglés). “Cada día se convirtió en una oportunidad para ofrecer apoyo, atención y normalización de la experiencia posterior al desastre a toda persona.”

Financiada a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), California HOPE 805 aborda las necesidades de las personas afectadas directa o indirectamente por los desastres , a través de una serie de esfuerzos de divulgación, que incluyen educación, asesoramiento sobre crisis y referencias de recursos.

Al mismo tiempo que se estableció el Centro de Preparación, Recuperación y Reconstrucción de Montecito, el Equipo de Bienestar Comunitario se reunió semanalmente para crear una respuesta de amplio alcance a las necesidades de salud mental de la comunidad. Participaron catorce (14) organizaciones, entre ellas el MWC, Cottage Health, el Departamento de Bienestar Conductual del Condado de Santa Bárbara, el Instituto para el Crecimiento y Traumatismo Colectivo, la Red de Respuesta de Santa Bárbara, el Hospicio de Santa Bárbara, el Servicio Familiar Judío de Santa Bárbara y la Asociación Psicológica del Condado de Santa Bárbara.

“El énfasis estaba en apoyarnos mutuamente en nuestros servicios individuales, pero también en conectar nuestro trabajo,” dijo Cameron. “Todos nos presentaríamos a eventos o capacitación para trabajar juntos como un equipo en lugar de agencias separadas.”

Cuando se le preguntó acerca de su papel clave en la ayuda posterior al desastre, Cameron expreso su gratitud por la respuesta de la comunidad que ha visto. Ella comparte que el resultado más positivo ha sido el notable nivel de compasión mutua de los residentes.

“Ha habido una mayor sensibilidad y aprecio en la comunidad,” dijo. “Incluso si alguien no fue afectado personalmente, tienen empatía por otros que lo han sido. Y eso es importante, porque un gran desafío en este trabajo es lograr que las personas entiendan a los demás cuando no pueden físicamente ver los efectos del trauma mental.”

Con eso, ella menciona que también ha habido una mayor comprensión de que el apoyo en el bienestar mental debe ser proporcionado en cualquier momento, y no solo en el punto de grave angustia.

“Una gran barrera para la salud mental es que las personas deben mostrar signos de angustia significativa antes de ser elegibles para los servicios,” explicó, “y no hacemos eso con cosas como la diabetes y las enfermedades cardíacas. No esperamos a que alguien sufra un ataque cardíaco o una amputación antes de recibir ayuda. Así que con la salud mental, es crucial ofrecer ayuda incluso cuando no hay síntomas graves.”

Cameron dice que la subvención de un año de FEMA le permitió al MWC contratar a catorce (14) miembros del personal de tiempo completo para ayudar en los esfuerzos de apoyo después del desastre. Ese número se ha reducido a seis (6), lo que, según ella, es bueno porque indica que la necesidad ha disminuido con el tiempo, mientras que la capacidad de recuperación de los residentes aumenta.

Con la finalización del programa el 30 de abril, el equipo de California HOPE 805 está haciendo un último esfuerzo para brindar apoyo a los residentes afectados a conectarse con recursos continuos necesarios. Esto incluirá la distribución de 5,000 folletos por los miembros del equipo en las áreas de Carpinteria, Montecito y la Mesa como recordatorio de que aún hay ayuda disponible para los residentes.
Además de los esfuerzos continuos de ayuda en casos de desastre, Cameron desea abordar una tendencia en todo el condado que observa relacionada con los servicios de salud mental y para jóvenes. Es decir, habla con jóvenes que tienen menos estigmas en relación con las enfermedades mentales, pero enfrentan barreras cuando buscan la ayuda de padres, maestros y cuidadores que descartan sus problemas como “una fase” o “algo que superarán.”

“La prevalencia de la ansiedad y la depresión, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes, está aumentando,” dijo. “Es importante crear una cultura comunitaria que sea informada, empática y esté preparada para ayudar cuando alguien lo necesite.”

Para abordar este problema, el MWC una vez más se asocia con Family Service Agency y YouthWell Coalition. Con estas agencias, MWC ofrecerá Primeros Auxilios de Salud Mental para Jóvenes, un curso de capacitación gratuito que estara disponible los próximos tres años y sera dirigido a padres y maestros. El objetivo es educar a adultos sobre las mejores prácticas al interactuar con jóvenes que enfrentan desafíos de salud mental.

Cameron comparte sus pensamientos finales sobre el bienestar mental en el condado de Santa Bárbara y cómo ve su progreso en el futuro: “[El MWC] ha estado en la comunidad durante 70 años. Durante las primeras cinco décadas, nos enfocamos en adultos que viven con enfermedades mentales graves. Luego se nos ocurrió que la cantidad de [personas] que sufren en silencio aumentaba, y tuvimos que llegar a ellos más pronto para minimizar el impacto de una enfermedad mental no tratada.”

“La demanda de educación sobre salud mental está creciendo rápidamente, y la gente quiere saber qué pueden hacer para ayudar,” continuó. “Aunque no podemos curar enfermedades [mentales], ciertamente podemos apoyar y ayudar a las personas y familias a hacer frente a sus problemas. Podemos ser un recurso para que otros no tengan que vivir aislados y con dolor.”

MWC recibió en 2017 un subsidio de Beca de Apoyo Esencial para las Necesidades Básicas de la Fundación de Santa Bárbara (ahora el programa de subsidios es el Programa Becario para la Salud Mental). Para obtener más información sobre el MWC y sus servicios al Condado de Santa Bárbara, visite: www.mentalwellnesscenter.org.

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